Causas
Casi la mitad de todas las convulsiones no tienen causa determinada y la otra mitad puede relacionarse con varios factores como trastornos del desarrollo, lesiones perinatales y/o durante el parto, infecciones del SNC, enfermedades metabolicas, traumatismos, neoplasias (tumores), vasculopatías, infarto o hemorragias cerebrales, intoxicación por plomo y monóxido de carbono, uso y abuso de drogas, sobredosis de antidepresivos y en muy pocos casos se trata de un problema hereditario.
Síntomas
Los síntomas pueden ir desde una mirada fija parpadeante que dura segundos y puede pasar desapercibida y que se llaman ausencias, pasando por sensaciones visuales, auditivas, gustativas, psicológicas, disminución del nivel de conciencia, rigidez, movimientos reflejos involuntarios de miembros, etc. y que se llaman crisis parciales motoras, hasta las más conocidas en las que el paciente cae al suelo con movimientos generalizados, salivación excesiva, puede haber relajación de esfínteres, palidez y que duran minutos.
Algunas personas saben cuando van a tener un ataque epiléptico por que tienen sensaciones especificas antes del ataque y se llaman ''auras''.
Las crisis focales se desarrollan de manera focal en una región del cerebro, en 1 hemisferio, las generalizadas empiezan simultáneamente en ambos hemisferios cerebrales.
En cada episodio de epilepsia existen amplias posibilidades de muerte en neuronas y tejido cerebro-vascular, siendo diferentes en cada organismo, pero puede degenerar en perdida de la memoria y de otras funciones como el habla y el oído, siempre y cuando tenga una localización especial el problema epiléptico.
Has de cuenta que cada ataque es como un corto circuito para los electrodomésticos de tu casa, así, tu cerebro puede pararse, morirse o dejar de funcionar, en fin las consecuencias pueden ser muchas como pueden no ser ninguna.
La epilepsia no controlada puede conducir a graves consecuencias sociales, psicológicas y económicas.
Las personas con epilepsia tienen un riesgo de muerte tres veces más alto que las que no padecen crisis.
Control de la enfermedad
Los pacientes pueden controlar sus ataques cumpliendo con el tratamiento, el medicamento recomendado dependerá del tipo de crisis, edad del paciente y condición médica general. La dosis se ajustara de acuerdo al paciente y su evolución, se iniciara con dosis bajas y se aumentara según los requerimientos.
El médico determinara cuando se puede suspender la medicación dependiendo del tiempo que el paciente permanezca libre de crisis.
Si dejaran el tratamiento abruptamente es posible que sufran más ataques dificultando la posibilidad de controlar las convulsiones.
Recomendaciones
No dejar de tomar la medicación, no ingerir alcohol, evitar los juegos de videos. Cuando los ataques no han sido controlados se deben tomar precauciones adicionales: no manejar u operar maquinaria pesada o peligrosa.
Los trabajos y pasatiempos se limitaran a aquellos que no sean peligrosos para el paciente en caso de pérdida de conciencia por unos momentos: pilotear aviones, paracaidismo, conducir autos de carrera, alpinismo, deportes de contactos,
Practicar con supervisión: natación, ciclismo y navegación.
Para más información consulte a su médico.